El intérprete simultáneo traduce de forma inmediata las intervenciones, a través de un equipo de sonido y desde una cabina de interpretación. Habilidad lingüística, gran rapidez de decisión, una extraordinaria cultura general y la capacidad de trabajar bajo presión son algunas de las cualidades que caracterizan a un buen intérprete simultáneo.
Sin embargo, un buen intérprete de conferencias es más que un intérprete simultáneo: es sobre todo un excelente comunicador multilingüe, capaz no sólo de trabajar en la modalidad de interpretación simultánea en una cabina de interpretación, sino igualmente en las modalidades de interpretación consecutiva, interpretación bilateral o de enlace o interpretación susurrada, para reuniones bilaterales, encuentros políticos, reuniones con pocos participantes, negociaciones comerciales o actos protocolarios.